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  • Foto del escritorMarco Lari

Panteon


Me acerco despacio, día tras día para domar a la fiera, fiera que no deja respirar su aliento, fiera que no siento su aroma a guerra que lleva dentro. Con calma la vida pasa viendo de lejos sus curvas, viendo su piel morena y curvas delicadas hacia acantilados que no me deja observar. Barandas cubren y protegen de otros que no conocen sus sendas. Señales de alerta son constantes y hace que aumente la cantidad de riesgos que quiero asumir y cuidar.


Sentado frente a columnas en el Panteon de Roma. Fuertes columnas que soportan su vida de cientos de años. Quiero entrar y observar de cerca sus pensamientos, quiero recorrer sus venas una a una respirando sus glóbulos, sintiendo sus latidos, y cómo cada pilar que soporta sus creaciones, puedan apoyar en mí su fortaleza. Escribo y siento su respiración, siento sus manos en mi piel, descansando su fuerza y su voluntad.


Tiembla la tierra, tiembla mi virtud por ella. Mi historia se repite, seguro no soy el primero escribiendo en la Piazza della Rotonda, sentado en el centro mirando al Panteon, de espalda a la pileta en el 5to escalón. Cientos de idiomas o decenas a mi alrededor. Muchas pieles y yo pensando en ella. Ojos intensos por donde mire que llaman mi atención.


Escribo y decido por ellas… una delgada chica me acaba de mover… señal que siga. La huelo y me afirma que siga. No entiendo su idioma pero puedo imaginar o sentir. Piel blanca, ojos azules, linda pero otra me inspira.


Teatro en la calle ahora y siempre, música constante desde años atrás. Esta plaza habrá pasado por muertes y vida, pero yo escribiendo de vida. Un mimo de cara blanca con lágrima izquierda hace que sienta la tristeza, incertidumbre e inseguridad de mi morena colocha. El esfuerzo por entretener se hace igual a la lucha por vivir - pienso por el mimo. De noche esperé al final, todos se pararon y algunos entregaron las gracias por el entretenimiento.


Camino pensando hacia el Hotel, dónde daré mi próximo viaje? Avanzo de acuerdo al día y la cabeza la tengo que entretener porque ella, la del amor eterno se aparece y ronda mis angustias por querer volver a respirar su fortaleza.

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