¿Se nos hace difícil dar un abrazo? ¿Cuándo recibimos un abrazo nos incomoda? ¿Nos resistimos a los abrazos?
Aquí te detallo las instrucciones para dar abrazos:
- Edad: No importa.
- Sexo: No importa.
- Estatura: No importa.
- País: No importa.
- Religión: No importa.
- Estudios: No importa.
- Personalidad: No importa.
- Nivel de ingresos: No importa.
Tenemos varias opciones para iniciar el contacto o la conexión para poder realizar el abrazo y debemos notar que las oportunidades son ilimitadas. Tener presente desde el momento que nos despertamos, abrimos los ojos y empezamos el día camino a muchos encuentros.
Divisamos el objetivo (persona, animal, naturaleza, cosa). Nos acercamos con una sonrisa y empezamos a visualizar en nuestro cuerpo gratitud y felicidad durante los segundos previos al encuentro. Cuando estemos a 50 centímetros aproximados del objetivo, levantamos el brazo izquierdo a la altura de la última costilla extendiendo el brazo hacia el lado izquierdo con la palma de la mano en dirección al objetivo y apuntando en diagonal hacia la tierra. Al mismo tiempo que iniciamos el movimiento del brazo izquierdo alzamos el brazo derecho por encima del hombro extendido en diagonal al cielo con la palma de la mano apuntando el objetivo.
Muy importante, rotar la cabeza ligeramente hacia la izquierda y en diagonal al cielo.
Una vez realizado el contacto cuerpo a cuerpo, juntar los dos brazos tratando de agarrar los codos opuestos a cada brazo. Dependiendo del tamaño del objetivo es posible llegar a tocar tu espalda. Mantenerse unos segundos hasta que transmitas la gratitud y felicidad visualizada al inicio.
Repetir el proceso constantemente con todos los posibles contactos.
